
Las cataratas en perros son una enfermedad ocular caracterizada por la opacificación del cristalino, una estructura transparente del ojo que permite la adecuada focalización de la luz en la retina. Esta condición puede producirse de manera gradual y afectar seriamente la visión del animal. Existen diferentes tipos de cataratas que pueden desarrollarse en los perros, como las cataratas hereditarias, que suelen aparecer en razas específicas, y las cataratas secundarias, que pueden ser el resultado de otras patologías oculares.
Causas y factores de riesgo
- Entre las más relevantes se encuentran los factores genéticos. Algunas razas de perros son más propensas a desarrollar cataratas a lo largo de su vida; por ejemplo, los Labrador Retrievers, los Poodles y los Cocker Spaniels.
- Además, las enfermedades metabólicas juegan un papel crucial en la formación de cataratas. Trastornos como la diabetes mellitus son conocidos por causar cambios en el cristalino del ojo, que podrían llevar a la formación de cataratas. En perros diabéticos, la hiperglucemia puede afectar la estructura del cristalino. Otras enfermedades metabólicas, como algunas deficiencias nutricionales o condiciones hormonales, también pueden ser un factor determinante en la aparición de cataratas.
- El envejecimiento es otro factor de riesgo importante. A medida que los perros envejecen, los procesos biológicos naturales pueden contribuir a la opacidad del cristalino ocular. En muchos casos, la incidencia de cataratas aumenta en perros mayores, lo que sugiere que los cambios relacionados con la edad pueden afectar su salud ocular.
- Por último, las condiciones ambientales y el estilo de vida pueden influir en la probabilidad de que un perro desarrolle cataratas. La exposición prolongada a la luz ultravioleta, por ejemplo, puede aumentar el riesgo. También, el trauma ocular e infecciones pueden contribuir a la aparición de cataratas.
¿Se pueden prevenir las cataratas en perros?
La prevención de las cataratas en perros es un tema de gran relevancia para muchos propietarios de mascotas. Aunque no existe un método infalible para evitar completamente la formación de cataratas, es posible adoptar varias medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo y promover una buena salud ocular en nuestros perros.
- Una de las estrategias más efectivas para prevenir las cataratas es asegurar chequeos veterinarios regulares. Las visitas periódicas al veterinario permiten la detección temprana de problemas oculares y otras afecciones de salud que podrían contribuir a la formación de cataratas.
- Además, mantener una buena salud general en su mascota es fundamental. Esto incluye proporcionar una dieta equilibrada y nutritiva que contenga antioxidantes, ya que estos nutrientes desempeñan un papel crucial en la protección del cristalino ocular. Suplementos específicos, bajo la orientación de un veterinario, pueden ser útiles para perros propensos a problemas oculares.
- El cuidado ocular también es vital en la prevención de cataratas. Limpiar regularmente la zona alrededor de los ojos de su perro y asegurarse de que no haya irritación o secreciones pueden prevenir infecciones que potencialmente contribuyan al desarrollo de cataratas.
- Por último, es importante proteger a su perro de la exposición excesiva a la luz solar, ya que la radiación ultravioleta puede perjudicar el cristalino a lo largo del tiempo.
Si bien no hay una solución definitiva para prevenir las cataratas en perros, seguir estas prácticas puede ayudar a reducir el riesgo y a mantener la salud ocular de su mascota durante toda su vida.

Tratamiento de cataratas en perros
El tratamiento de cataratas en perros puede clasificarse en opciones médicas y quirúrgicas. Aunque las cataratas pueden ser tratadas con medicamentos que ayudan a manejar los síntomas, la única solución efectiva para regresar la visión perdida es la cirugía. Esta cirugía de cataratas para mascotas se ha vuelto cada vez más común y exitosa entre los veterinarios especializados en oftalmología.
La cirugía de cataratas implica la extracción de la lente opaca del ojo del perro y su reemplazo por una lente artificial. Para realizar la cirugía, se emplea un enfoque llamado facoemulsificación, donde se utiliza ultrasonido para fragmentar la catarata y luego aspirarla. Este procedimiento es menos invasivo que en humanos y generalmente requiere un tiempo de recuperación relativamente corto.
Es importante proporcionar cuidados posteriores adecuados después de una cirugía de cataratas. Estos cuidados a menudo incluyen la administración de medicamentos recetados, como antiinflamatorios y antibióticos, así como el uso de un collar isabelino para evitar que el perro se rasque o frote sus ojos. Las revisiones periódicas con el veterinario son cruciales para monitorear la recuperación y detectar cualquier complicación potencial que pueda surgir.
El pronóstico para los perros que se someten a cirugía de cataratas suele ser muy favorable, ya que muchos animales recuperan una visión casi total. Sin embargo, la intervención temprana es clave para maximizar las probabilidades de éxito. Es aconsejable que los dueños de mascotas estén atentos a los signos de cataratas y busquen atención veterinaria en cuanto sospechen un problema ocular.