Parvovirus Canino

PARVOVIRUS CANINO

• ¿Qué es el parvovirus canino?

También se conoce como “parvovirosis canina” o como “parvo“, de manera más coloquial. Es una enfermedad infecciosa y vírica, siendo muy contagiosa ya que puede llegar a permanecer en el ambiente incluso por más de un año y presenta una alta mortalidad. Es mucho más habitual en cachorros menores de 6 meses, aunque existen también casos en animales adultos.

Afecta a todos los miembros de la familia canidae (coyotes, lobos, perros o zorros…) pero puede tener mayor riesgo de contagio en unos que en otros, por ejemplo para los perros, es más frecuente en algunas razas concretas como el Rottweiler, el Doberman, el Golden Retriever, el Pastor Alemán, el Labrador o el PitbullTerrier, debido a que estos tienen capacidad para generar anticuerpos.

La parvovirosis canina, es causada por la especie parvovirus canino tipo 2 (CPV-2) , que pertenece al género Protoparvovirus y a la familia Parvoviridae, posee ADN monocatenario y no posee una envoltura. Esto implica que el virus sea muy resistente en el entorno, además de algunos métodos físicos y químicos. El parvovirus canino tipo 2 posee 3 variantes conocidas: A, B y C (CPV-2a, CPV-2b, CPV-2c) estas no pueden ser diferenciadas desde el punto de vista clínico ya que presentan síntomas similares y el mismo grado de virulencia. Aunque según algunos estudios, los perros adultos que desarrollan síntomas graves, generalmente se encuentran asociados a la variante C.

Para que este virus pueda completar su proceso de replicación y posterior infestación, necesita células que sean de rápida división, como las de la médula ósea, las células embrionarias, las células intestinales (los enterocitos), los tejidos linfoides (linfocitos), siendo estas algunas de las principales células diana

Se puede presentar de dos formas clínicas, entérica o miocárdica, aunque es mucho más frecuente la primera tanto en cachorros como en perros adultos, la cual es de carácter agudo y va acompañada de gastroenteritis, de diarreas abundantes, ya que las bacterias van destruyendo la mucosa intestinal y alterando el tejido epitelial, pudiendo llegar a producir una septicemia, es decir, una infección generalizada causada por la translocación bacteriana. Por otro lado, la miocárdica es menos frecuente, pero en caso de ocurrir, es más habitual en cachorros, infectados por su madre durante el embarazo, siendo muy grave ya que puede fallecer por infarto cardíaco.

• ¿Qué síntomas son los más frecuentes?

Posee una incubación de corto periodo (4 días hasta 2 semanas), aunque en algunos casos sólo en 48 horas se muestras los primeros síntomas en el animal. El virus daña las células epiteliales del intestino, generando alteraciones que pueden ocasionar que las bacterias pasen al torrente sanguíneo, causando una infección generalizada, la cual puede llegar a causar un estado de shock. El estado clínico de cada paciente y su pronóstico, variará en función de variedad de factores como: la edad, la raza, el estado inmunológico, si se da o no una detección temprana de la enfermedad, si posee otras enfermedades, entre otros.

Los síntomas más frecuentes del parvovirus son los siguientes:

  • Fiebre elevada.
  • Diarreas muy abundantes y sanguinolientas (suelen ir acompañadas de sangre), causando una rápida pérdida de proteínas, de fluidos, etc.
  • Vómitos frecuentes, produciendo una rápida deshidratación.
  • Falta de energía y de apetito.
  • Pérdida de peso.
  • Dolores o molestias abdominales.

• ¿Cómo se contagia?

Tiene un alto nivel de contagio en perros, tanto directo como indirecto mayormente por vía oral o nasal. Siendo muy fácil contagiarse entrando en contacto con heces u orinas infectadas, además de por un contacto prolongado con un perro u otro animal infectado, ya que este virus sobrevive un mínimo de 6 meses en el medio ambiente, es importante tener mucho cuidado durante los paseos de nuestros perros y vigilarlos en todo momento, así como mantener sus comederos y espacios limpios. Además es posible el contagio vía intrauterina, es decir, una madre infectada, puede contagiar a sus cachorros durante el embarazo.

También existen vectores del parvovirus como roedores o insectos que actúan como hospedadores del virus e infectan al perro mediante una mordida o picadura transmitiéndole la enfermedad.

• ¿Cómo se diagnostica?

Aunque se puede conocer el diagnóstico mediante la observación de los síntomas en el animal, para confirmarlo se pueden realizar:

  • Test comerciales rápidos, para detectar antígenos (Ag) virales en las heces. Aunque puede dar falsos negativos y/o positivos. Por lo que será necesario otra prueba complementaria.
  • Analítica sanguínea completa.
  • PCR para conocer la variante vírica o confirmar el diagnóstico, mayormente se usa en cachorros que presentan síntomas indicativos de parvovirosis pero en el test rápido le sale negativo, ya que podría ser un falso negativo.
  • Es común, realizar radiografías o ecografías abdominales para descartar posibles daño cuerpos extraños.

• ¿Tiene cura?

Aunque no tiene cura, si se pueden tratar los síntomas y evitar complicaciones como infecciones, aquellos animales que son hospitalizados o que reciben tratamiento temprano la tasa de supervivencia es superior al 80% pero para los que no son tratados se reduce a un 9%. Por lo que es esencial llevarlo al veterinario al detectar cualquier síntoma o si hay riesgo por contacto con otro animal, actuando rápidamente.

• ¿Cómo se previene?

La mejor medida de prevención para el parvovirus canino es mediante la vacunación de nuestra mascota, cumpliendo con su calendario anual y su primovacunación en caso de ser cachorros. La primera dosis se esta vacuna es a las 6 semanas de vida, requiere dos refuerzos más (8 y 12 semanas), tras esto se repite de manera anual. En caso de que sea un cachorro y no tenga aún la edad para recibir las primeras dosis de la vacuna, evitar que salga a la calle, además de que no tenga contacto con otros animales que no se encuentren vacunados, ya que en este momento el cachorro no contará con las defensas necesarias ni su sistema inmunológico, estará reforzado.

Además de vacunarlos, es importante estar pendientes durante los paseos y evitar que huelan heces u orinas, así como entornos sucios o contaminados. También es esencial cumplir con las revisiones veterinarias para detectar pronto cualquier problema y llevar un control de su estado.

También es muy importante desparasitar a nuestra mascota (desparasitación interna) cada 2-3 meses, lo cual será determinado por el veterinario en función de cada animal y su estilo de vida o la zona donde viva.

• ¿Cuales son los tratamientos de soporte?

Aunque la enfermedad del parvovirus canino no se puede curar al 100% existen medidas que tratan sus síntomas y evitan complicaciones mayores, además de fortalecer su sistema inmunitario. En la mayoría de los casos es necesaria la hospitalización inmediata, siendo muy recomendable en cachorros que no han recibido ninguna vacuna. Algunos de los tratamientos más usados son los siguientes:

  • Fluidoterapia endovenosa de mantenimiento (es uno de los tratamientos más importantes) para rehidratar al paciente y reponer la pérdida de líquidos.
  • Antibióticos para tratar las infecciones derivadas de la enfermedad.
  • Antieméticos para prevenir vómitos y estimular la motilidad intestinal.
  • Analgésicos para tratar el dolor abdominal.
  • En casos graves, son necesarias transfusiones sanguíneas completas o de plasma para reponer la pérdida de sangre y de proteínas.
  • Ofrecer un soporte nutricional (enteral o parenteral). A partir de las 72 horas, según cada caso y lo que indique finalmente el veterinario, es recomendable comenzar con una dieta blanda además de beber mucha agua.

Es importante, saber que no existen remedios caseros que curen esta enfermedad y que es esencial acudir al veterinario al detectar algún síntoma o riesgo de contagio.

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